El mito de La Caverna escrito por Platón se refiere al ser humano que cree solo en lo 
que ve, que no va más allá de lo que tiene en frente, no busca preguntas y menos respuestas.
Los prisioneros de La Caverna veían y creían únicamente en sombras y figuras reflejadas por la luz del fuego, jamás imaginaron todo lo que había en la superficie de su prisión. Solo cuando deciden uno a uno tomar el riesgo y ver qué había más allá, qué era lo que veía, cómo y por qué lo veía tuvieron contacto con la realidad. El conocimiento verdadero es el adquirido en la realidad, solo se alcanza arriesgándose y buscando un “más allá”.
José Saramago basa su novela en La Caverna de Platón tomando las metáforas y referencias básicas para recrear una historia crítica.
Una familia de artesanos que trabajan con barro pierde su misión al encontrarse en un mundo consumista, basado en marcas y en industrias que poco a poco dejaron en el pasado la cerámica y sus aplicaciones. Saramago realiza críticas a esta sociedad “injusta y vergonzante” que vive en un mundo como La Caverna de Platón (refiriéndose a los centros comerciales, estadios etc.) Donde aprendemos para la vida pero no la real.
Estas referencias de “Cavernas” son totalmente aplicables y comparables con el Diseño, la Arquitectura y la Artesanía.
Podemos tomar La Caverna de Platón como la idea cerrada de las personas ante las creaciones humanas, no nos arriesgamos a generar conceptos y formas totalmente nuevas por miedo a lo que podría o no pasar, no somos capaces de combatir las carencias o enfrentar las necesidades de forma directa pensado en la realidad y no en lo que “debería ser”. Las disciplinas anteriormente mencionadas deben sentirse libres de explorar nuevos territorios, proponer nuevos elementos y pensamientos. Si no miramos hacia afuera, si no buscamos la realidad nos quedaremos diseñando y desarrollando ideas para un mundo con límites, un mundo desconocido del cual conocemos solo lo que vemos, lo que es “real”.
La Caverna de Saramago tiene más afinidad con estas disciplinas ya que refiere directamente a los artesanos quienes evidentemente necesitan un respiro de innovación, de ánimo para enfrentar esa industrialización a la que estamos sometidos. El consumismo no puede opacar lo real, lo auténtico. Es un consumismo enfocado al diseño y la arquitectura “modernos”, viviendo de marcas, de precios, de ubicaciones, de tamaños y de acabados que son realizados para cubrir necedades y no necesidades. Deberíamos analizar más a fondo ese mundo real que requiere de Arquitectura, Diseño y Artesanía necesarios, funcionales y bien desarrollados con propósitos claros.
que ve, que no va más allá de lo que tiene en frente, no busca preguntas y menos respuestas.Los prisioneros de La Caverna veían y creían únicamente en sombras y figuras reflejadas por la luz del fuego, jamás imaginaron todo lo que había en la superficie de su prisión. Solo cuando deciden uno a uno tomar el riesgo y ver qué había más allá, qué era lo que veía, cómo y por qué lo veía tuvieron contacto con la realidad. El conocimiento verdadero es el adquirido en la realidad, solo se alcanza arriesgándose y buscando un “más allá”.
José Saramago basa su novela en La Caverna de Platón tomando las metáforas y referencias básicas para recrear una historia crítica.
Una familia de artesanos que trabajan con barro pierde su misión al encontrarse en un mundo consumista, basado en marcas y en industrias que poco a poco dejaron en el pasado la cerámica y sus aplicaciones. Saramago realiza críticas a esta sociedad “injusta y vergonzante” que vive en un mundo como La Caverna de Platón (refiriéndose a los centros comerciales, estadios etc.) Donde aprendemos para la vida pero no la real.
Estas referencias de “Cavernas” son totalmente aplicables y comparables con el Diseño, la Arquitectura y la Artesanía.
Podemos tomar La Caverna de Platón como la idea cerrada de las personas ante las creaciones humanas, no nos arriesgamos a generar conceptos y formas totalmente nuevas por miedo a lo que podría o no pasar, no somos capaces de combatir las carencias o enfrentar las necesidades de forma directa pensado en la realidad y no en lo que “debería ser”. Las disciplinas anteriormente mencionadas deben sentirse libres de explorar nuevos territorios, proponer nuevos elementos y pensamientos. Si no miramos hacia afuera, si no buscamos la realidad nos quedaremos diseñando y desarrollando ideas para un mundo con límites, un mundo desconocido del cual conocemos solo lo que vemos, lo que es “real”.
La Caverna de Saramago tiene más afinidad con estas disciplinas ya que refiere directamente a los artesanos quienes evidentemente necesitan un respiro de innovación, de ánimo para enfrentar esa industrialización a la que estamos sometidos. El consumismo no puede opacar lo real, lo auténtico. Es un consumismo enfocado al diseño y la arquitectura “modernos”, viviendo de marcas, de precios, de ubicaciones, de tamaños y de acabados que son realizados para cubrir necedades y no necesidades. Deberíamos analizar más a fondo ese mundo real que requiere de Arquitectura, Diseño y Artesanía necesarios, funcionales y bien desarrollados con propósitos claros.
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